WhatsApp se está convirtiendo en la discoteca moderna. Si el personal quiere ligar, ahora lo que hace es ingeniárselas para conseguir el WhatsApp de la persona que les interesa y aprovechar la seguridad que da un chat para ganarse unos tantos.
En la teoría, no parece una táctica especialmente dañina. En la práctica, se está convirtiendo en una vulneración constante de la intimidad y privacidad del personal. Hace unos meses, se destaparon casos de repartidores que aprovechaban su fácil acceso a los datos de los clientes para acercarse a sus presas.
Ahora, se han destapado dos intentos de ligoteo por WhatsApp que, si bien uno de ellos es machista y violento con ganas, al menos ha servido para que los internautas se echen unas risas.
El primer intento lo ha compartido la usuaria de Twitter @EvesNoSe, donde vemos a un cateto en acción.
En el segundo intento, encontrado en Visto en Facebook, el que queda mal es el chico que está siendo ligado. Su ceguera es exasperante.
Lo que revelan estos dos ejemplos es que si se quiere ligar por WhatsApp o por Internet, es necesario un control del lenguaje. Tanto para expresar de forma correcta el mensaje de cortejo como para interpretar la respuesta sutil que se esconde detrás de la respuesta que nos den por escrito. De lo contrario, no se pillan ironías, se malinterpretan piropos y nos acabamos enfadando por nada, por literalmente nada.
Claro que te está hablando alguien al que le da vergüenza ligar en el tenebroso mundo real y se cabrea cuando ve a los extrovertidos tratando de invadir MI territorio… así que tampoco me hagas mucho caso.